Un aislante térmico es un producto muy mal conductor que reduce la transmisión de calor o de frío a través de la estructura sobre la que o en la que se instala.
La función de este aislamiento es evitar las fugas de calor o de frío y los puentes térmicos asi como las molestas condensaciones. Esto se consigue mediante técnicas específicas de construcción y el uso de materiales aislantes como el poliestireno extrusionado, la lana de roca, la fibra de vidrio, el poliisocianurato, el corcho y otros análogos que se colocan en la cara exterior o en la interior o bien en el interior del propio muro de cerramiento con el fin de incrementar la capacidad aislante total del mismo.
Los aislantes térmicos se presentan normalmente en forma de placas rígidas o flexibles, en forma de granulados o como espumas que se aplican por proyección sobre los paramentos que deben aislarse.